UNICIDAD

Creemos que la iglesia de nuestro Señor Jesucristo es una, universal e indivisible, formada por todos los hombres sin distinción de nacionalidad, idioma, color o costumbres, que hayan aceptado a nuestro Señor Jesucristo como su Salvador y hayan sido bautizados en el cuerpo por el Espíritu Santo (1 Cor. 12:13). Los vínculos que unen a los miembros de la iglesia son el amor y la fe comunes y su estandarte o bandera es el nombre de Jesucristo, ante cuyo emblema marcha gallardamente la Iglesia, imponente como ejércitos en orden (Cantares 6:10).




Creemos que hay un solo Dios que se ha manifestado al mundo de distintas formas a través de los tiempos y que especialmente se ha revelado como Padre en la creación del universo, como Hijo en la redención de la humanidad y como Espíritu Santo derramándose en los corazones de los creyentes; creemos que Jesucristo nació milagrosamente de la virgen María por obra del Espíritu Santo; creemos que en Jesucristo se mezclaron en una forma perfecta e incomprensible los atributos divinos y la naturaleza humana.



Creemos en el bautismo del Espíritu Santo, prometido por Dios en el Antiguo Testamento y derramado después de la glorificación del Señor Jesucristo, que es quien lo envía; creemos en la Resurrección literal de nuestro Señor Jesucristo que se efectuó al tercer día de su muerte; creemos que la Iglesia de nuestro Señor Jesucristo es una, universal e indivisible, formada por todos los hombres sin distinción de nacionalidad, idioma, color o costumbre que hayan aceptado a nuestro Señor Jesucristo como único Salvador y hayan sido bautizados en el cuerpo por el Espíritu Santo.



Creemos en la separación del Estado y la Iglesia y que ninguno debe intervenir en los asuntos internos del otro; creemos que el sistema que la Biblia enseña para la obtención de fondos, es el de diezmos y ofrendas, y que debe ser practicado por ministros y creyentes igualmente; creemos que el Ministerio es un llamado de Dios y que el Espíritu Santo confiere a cada ministro la facultad de servir a la Iglesia en distintas capacidades y con distintos dones, cuyas diferentes manifestaciones son para la edificación del cuerpo de Cristo.



Creemos en el Bautismo en agua, por inmersión y en el nombre de Jesucristo, el cual debe ser administrado por un ministro ordenado: creemos en la Comunión, la práctica literal de la Cena del Señor, que Él mismo instituyó; creemos que el Matrimonio es sagrado pues fue establecido desde el principio y es honroso en todos; creemos que Dios tiene poder para sanar todas nuestras dolencias físicas, si así es su voluntad; creemos en la Santidad, es decir, que todos los miembros del Cuerpo de Cristo deben ser santos, apartados del pecado y consagrados al servicio de Dios.



Creemos, a la luz de la palabra de Dios, que hay Pecado de muerte y que si éste es cometido en los mismos términos que expresa la Biblia, se pierde derecho a la salvación; creemos que habrá una Resurrección literal de los muertos en el Señor, en la cual serán revestidos con un cuerpo glorificado y espiritual, con el cual vivirán para siempre en la presencia del Señor; creemos que la Iglesia de los muertos en el Señor y los fieles que estén sobre la tierra en el momento del Rapto, será levantada para ir a encontrar a su Señor en los aires y participar en las bodas del Cordero. Después vendrá con el Señor Jesucristo para hacer juicio de las naciones y reinar con Cristo mil años; creemos que hay un Juicio preparado en el cual participarán todos los hombres que hayan muerto sin Cristo y los que estén sobre la tierra en el tiempo de su verificación.



Fragmentos tomados de la Constitución de la Iglesia Apostólica de la Fe en Cristo Jesús, A.R.

 La doctrina de la Unicidad de Dios, como es confesada por los Pentecostales O Apostolicos del Nombre de Jesús , puede ser declarada en las afirmaciones de que Dios es absolutamente uno [ sin distinción de personas ] (Deuteronomio 6:4; Gálatas 3:20) y Jesucristo es la manifestación de Dios en carne (Juan 20:28; Colosenses 2:9, 1. Timoteo 3:16).




En términos bíblicos, esta verdad es confesada de varias maneras, tales como:

El misterio de la piedad (1. Timoteo 3:16),

El misterio de la propia voluntad de Dios (Efesios 1:3-14),

Dios viniendo al mundo (Juan 1:9-10),

Dios mismo viniendo y salvando (Isaías 35:3-4, Isaías 43:10-12, Mateo11:2-6 y Lucas 7:18-23),

Dios con nosotros (Isaías 7:14, Mateo 1:21-22),

El misterio escondido desde los siglos y edades (Efesios 3:8-12, Colosenses 1:28),

El misterio de la fe (1. Timoteo 3:9),

La manifestación de la Gloria de Jehová (Isaías 40:5, Apocalipsis 1:7),

Dios en Cristo (2. Corintios 5:18-20, Colosenses 2:8-10),

El Padre morando en el Hijo (Juan 14:8-14),

El Padre participando de carne y sangre (Hebreos 2:14),

El misterio de Dios el Padre y de Cristo (Colosenses 2:2-5),

El misterio de Cristo (Efesios 3:1-4, Colosenses 1:25-26, Colosenses 4:2-41),

Cristo es Dios sobre todo (Romanos 9:5), etc.



Jesús es el Único Dios Todos los nombres y títulos de la Deidad, tales como Dios, (Jehová-YHWH), Señor, Padre, Verbo (o Palabra) y Espíritu Santo, se refieren a uno y al mismo Ser. Estos diferentes calificativos simplemente titulan o denotan manifestaciones, papeles, relaciones con la humanidad, modos de actividad, o aspectos de la revelación de Dios.



Todas estas designaciones de la Deidad aplican a Jesús, y en Él se manifiestan todos los aspectos de la personalidad divina. Jesús es Dios o (Jehová-YHWH) manifestado en carne (Isaías 9:6; 40:9: Juan 8:58; 20:28; 2. Corintios 5:19; Colosenses 2:9; 1. Timoteo 3:16; Tito 2:13). Jesús es el Padre encarnado (Isaías 9:6; 63:16; Juan 10:30; 14:9-11; Apocalipsis 21:6-7). El Espíritu Santo es el Espíritu que se encarnó en Jesús y también es Jesús en forma Espiritual (Juan 14:16-18; Romanos 8:9-11; Filipenses 1:19; Colosenses 1:27)



La doctrina de la Unicidad reconoce que la Biblia revela a Dios como Padre debido a su relación paternal con la humanidad (Deuteronomio 32:6, Isaías 63:16), como Hijo por haberse manifestado en la carne humana (Lucas 1:35, Gálatas 4:4), y como Espíritu Santo por su naturaleza espiritual y santa (Génesis 1:2, Hechos 1:8)



La Unicidad de Dios NO enseña que Dios no pueda ser el Padre al mismo tiempo en que Él es el Hijo o el Espíritu Santo. La Unicidad de Dios, enseña que el sólo Ser que es Dios, es tan poderoso y grande que como un solo Ser, Él se ha manifestado SIMULTÁNEAMENTE como Padre, Hijo, Espíritu Santo, el Todopoderoso, el Salvador, etc. Dios no sólo es Padre en la creación, pues ahora mismo es nuestro Padre y actúa como nuestro Padre, en razón de que hemos sido adoptados como hijos suyos por causa del nuevo nacimiento. Dios no sólo es Espíritu Santo en razón de que Él llena nuestras vidas en la regeneración, sino que Él siempre ha sido, es y será Espíritu y Santo, por eso Él es el Espíritu Santo. Dios sólo tomó la forma humana como Hijo, por causa de la redención, pues sólo un humano puro y perfecto podía representar a toda la humanidad (Isaías 53:4-6, Ezequiel 22:30).














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